viernes, febrero 22, 2008

Hojas marchitas

Hace unos días el aire tiene tu aroma
y el viento canta tu nombre
suavemente camuflándolo en la brisa,
mientras lejos, muy lejos de mí,
tus pies pisan el asfalto de las que fueron
hace ya mucho, nuestras calles favoritas.

Y aún cuando lo dudes
puedo recordar aquellos días
donde tus dulces brazos lo eran todo
y mi mundo se llenaba con tu sonrisa,
cuando tocaba el cielo con las manos
creyéndome una soberana de tu vida
sin corona, sin cetro y sin trono
pues tus ojos eran mi reino
tu boca mi palacio
y tu alma mi tesoro.

Pero todo se aleja y todo termina:
tal como los vientos en otoño se llevan
lejos de nosotros las hojas marchitas
así la realidad nos roba los sueños
que luego mutila la vida misma,
Y sin despertarme siquiera
te perdí entre mis versos
al entonar mis canciones de niña
No supe tenerte, no supe cuidarte
y reconozco mi culpa además de mi cobardía
aunque ya no sirven de nada los poemas
ni las cartas, ni las lágrimas, ni las confesiones tardías
pues estoy convencida que ahora al mirar atrás
dudas de que te quise.
Sí, yo te quería.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno , que puedo , decir, ya ni siquiera se como es el amor,pues desidia caminar y me encontré con tantas cosas, que solo me hicieron ,pensar, la vida es extraña ,bueno viti , por surte , estoy pensando con la cabeza y ahora duermo tranquilo, gracias por los consejos y espero seguirte leyendo
Checho J. FRY