martes, septiembre 06, 2016

Fugaz

Inesperado.
Llegaste imprevisto como la lluvia en noviembre,
impregnando con tus besos un corazón marchito,
acomodando en un abrazo el esqueleto desajustado e inerte
y en un rocío de caricias diste luz a un espíritu dolido.

Preciso.
Llegaste en el momento adecuado, justo y perfecto
Después que se escondió el sol y antes del alba
Para mostrarme el contraste de las estrellas sobre el cielo negro
y enseñarme a esperar con ansias la luz de la mañana.

Fugaz.
Como un rayo de luna que se cuela entre las hojas que mueve el viento
Tal como la flor del baile que una noche abre sus pétalos por unos instantes
Diste calor a mi vida como una repentina llamarada, con tu cálido aliento.
Y agradezco al destino esta hermosa coincidencia aunque sé que no podrás quedarte.



Cementerio de Mariposas

Aquellas que día a día revoloteaban alegres
Que con la punta de sus alas acariciaban,
Jugando,
Las paredes del estómago.

Aquellas coloridas y brillantes
Capaces de cambiar el clima
Es inspirar una sonrisa
Aquellas que producían cosquillas...
Ésas yacen muertas.

Con las alas resecas, destrozadas y marchitas
Abandonadas a su suerte
Tapizan el suelo, inertes y fantasmales
Como testimonio de la vida que hubo ayer
Y de la dicha que hoy no está más.

El tiempo se encargará de pulverizar
Y eliminar los vestigios de los cadáveres.
Así el camposanto mañana desaparecerá
Y quizá, sólo quizá, un día brote la esperanza:
Germine una hoja, una rama, una flor
Y nuevamente una oruga traiga la ilusión
De un vientre poblado de residentes multicolor.


martes, abril 26, 2016

Soltar

Te libero.
De mis besos, mis caricias, de mis palabras y mis canciones.
De todas esos despertares en que tu cuerpo junto al mío jugaban a entrelazarse
mientra el sol trataba de colarse a través de la ventana.

No hay rencor, no hay dolor, no hay deudas pendientes.
Te quise y te entregué todo lo que tenía, allá tú si lo apreciaste
¡y quien sabe si realmente también tú me quisiste!
aunque ahora tampoco es relevante.

Te libero de tus promesas incumplidas y de tus sonrisas a medias,
de la obligación de llamarme y de la culpabilidad por no estar a mi altura.
De tanto pedirte todo me cansé de obtener poco más que nada,
gracias a eso aprendí a que puedo ser feliz aún sin ti.

Te libero y te perdono
y me perdono a mí misma por haberme conformado con tan poco.
Dolor? Quizá....
Quizá lo que duele es que poco a poco va dejando de doler.. lentamente.



(Gracias MP por la inspiración)


lunes, julio 15, 2013

Sin Azúcar

Y es curioso que sólo hasta hace poco
necesitaba el dulzor de tus palabras
para subsistir en el insípido de mis largos días;
precisaba el sabor de tu presencia
deslizándose, derritiéndose lentamente
como caramelo sobre mi vida.

Y es curioso como hoy siento que ya no me endulzas
que un gesto, una sonrisa o una llamada
no son suficientes para mi paladar.
Lo que antes lograbas con una mirada
ahora ya no existe,
bajaste la intensidad del fuego
y -a conciencia o no-
lograste casi la llama apagar.

Si te importo tendrás que esmerarte:
sorpréndeme, conquístame, encántame,
¡abrázame mañana!
Pues quizá suceda que entre tus brazos
descubra nuevamente el azúcar de tu compañía
lo indispensable de tus ojos
y el perfecto aroma de tu cuello
donde mi cabeza se apoya tan armónicamente.
¡Abrázame, pero mañana!
porque hoy prefiero beberme un té amargo.

domingo, julio 07, 2013

El silencio me contó

El silencio no otorga
ni calla
sino que grita a la cara
todas las frases que evitaste.

Quédate el piano
con la melodía de los Beatles,
el paseo por el parque,
y los cuadros del Barrio Italia.

No necesitas devolver el llamado
ni decirme nada
pues el silencio me contó que estabas lejos
y yo he dado vuelta la página.


jueves, mayo 30, 2013

Insomnio

Me mata tu silencio
me atormenta inventarme motivos
y un millón de razones lógicas por las cuales es posible
que sigas sin decir nada.
Tiro del collar mientras tomo el teléfono
aprieto algunas cuentas
y exhalo todo el aire antes de cortar.
Mis dedos juegan sobre el teclado
como un tamborcito siniestro
marcando un ritmo desesperado
cargado de escalofríos y ansiedad.
Hago esfuerzos por depositar mis pensamientos
en ideas menos opacas
para no sentirme tan imbécil
tan enferma
sabiendo que desconozco
lo que me obliga a llevarme un cuadrado de bitter
dentro de la boca.

Probablemente sea la falta de sueño
las insuficientes horas de descanso
el eludir constantemente la almohada
conscientemente.

La cadencia suena sobre el teclado
y se vuelve un compás tosco que inventan mis uñas
golpeando el plástico, cerrando los puños
apretando mentalmente los párpados
y durmiendo de forma imaginaria.

Pero tu silencio me sigue desangrando
gota a gota, muy lentamente
ya casi no duele
pero las llagas me queman dentro.

miércoles, mayo 29, 2013

Capacitación: concepto

Te miro a dos metros
y sin sonrojarme te observo
nadie sabe nuestro secreto
y me sonrío internamente
pensando en las vueltas de la vida
mientras tomo nota simulando estar interesada.

Me miras a los ojos y te retribuyo el gesto
te hago un guiño con los labios
en el lenguaje que sólo ambos entendemos.
Y luego me das la espalda, te escucho lejos
y estás apenas a un metro.
Y tomo nota atenta
capacitación: concepto.

Termina el trabajo y me hace gracia
que inventes comentarios para acercarte
para acortar el trecho
y te pones nervioso
estamos a menos de un metro.
Me borraré 30 centímetros distancia
mientras tú intentas eliminar los 10 que restan
para robarme un beso.
Quizá si tú te atreves...
Quizá si yo me dejo...

Cristalino

Me daré la licencia de soñarte despierta
de mantener abiertos los ojos mientras te imagino
paseando bajo la nieve primaveral
buscando el sol esquivo con tu cara.

Perdóname si dejo
que tu imagen se enrede como una bobina en mis recuerdos,
disculpa si suspiro al revivir el abrazo en el parque
o si sonrío por nuestro almuerzo con tu merlot y mi coca zero.

Me dormiré creyendo que me extrañas
o que al menos me has dedicado un par de pensamientos,
fantaseando con tu iris de agua dulce
con la sonrisa que te regalaré cuando vuelva a verte
con el contacto de mi mejilla en tu cuello.
Enrollaré mis brazos sobre tus hombros
diciéndote mil cosas
o callándomelas todas
probablemente mejor guarde silencio
para poder oír
si existiera
algún tic tac en tu pecho.

Amplificaré tu suspiro
ese que no es tuyo
aquél que me invento,
lo pintaré tornasol
para usarlo como un noptic
y dormir
sabiendo que es mi aire el que se esfuma
porque el suspiro es mío.

domingo, mayo 26, 2013

Perder la cuenta

Me faltan dedos para contar los días,
los días que faltan para volver a verte.

Me corrijo: ¡quien sabe si tengo
la suerte de poder encontrarte!
Más bien guardo la secreta esperanza
de que si pisas esta ciudad
un travieso dedo del destino se apiade y me toque
haciéndome cruzar la misma calle que tú transitas.
Podría verte y decir que fue accidente,
también podría simular que he sido fuerte
sin dedicarte en mis minutos un solo momento.
Hasta me siento capaz de fingir que ninguna de estas noches
pensaba en ti o ansiaba tu regreso
que no soñaba con verte
que no ansiaba sonreírme
imaginando un café entre nosotros.
Mantendría la compostura
(o al menos lo intentaría)
ocultando cuánto anhelaba aquellas charlas
en que por breves instantes la conversación me regala un pretexto
para estirar mi mano y poder tocarte,
como si fuera una cosa vana,
un acto reflejo solo para enfatizar las palabras.

Pero la realidad es otra:
no estás y tus ojos cielo miran otras nubes,
lejos...
Y yo cuento los días
y rezo para que el tiempo pase de prisa
(y así perder la cuenta)
y sorprenderme al tropezar contigo.



miércoles, mayo 22, 2013

Mediodía, medianoche


En la calle vi tu árbol, aquél que te dibujé.
El que me describiste porque te representaba
por ser un juego de luz y sombras:
un lado seco, otro vivo.
Una rama cargada de frutos musicales
y otra vacía y triste como el olvido
salpicada de lágrimas de sangre.

Cada trazo era una idea
también una gota de dolor
por todo aquello que soñaste y nunca concretaste
por todo aquello que deseé y nunca ocurrió;
un esbozo de tus fracasos, de tus máscaras
de mis dudas y mi desconfianza,
de tu paciencia y esperanza.
Regálame tu mediodía y
te entregaré mi medianoche...
Te sonreiré tristemente
mientras el día oscurece.

Quizá fue mi mayor logro:
bosquejé tus ideas, tus sueños, tus penas y tu vida, 
la rama seca de la desdicha y el lado puro de la creación.
En la calle vi tu árbol...
Aquél que a veces siento que soy yo.

domingo, mayo 01, 2011

Casi (para tí)

Si no fuera por estas cuatro letras...
Sé que no debo justificarme
ni dar explicaciones
ni escribir o esforzarme por que lo entiendas
pero quisiera que fuera así.

Casi te lo cuento, pero lo consideré casi innecesario.
Quise establecer los límites y poco a poco los fuiste disolviendo,
Querías saberlo? Sí, lograste hacerlo en parte:
atravesaste murallas,
te me colaste en el aire y a ratos en algún sueño.
Pero sabía que en la realidad era imposible, no casi.

Perdóname por no tener el valor de decirlo a la cara.
Discúlpame por tener que hablarlo en masivo.
Ni siquiera sé que pretendo con todo esto,
quizá no soporto la idea de que me desprecies.
Esto una insensatez con 2 gramos de locura...

Sé que casi la cagué... si no fuese porque no hubo casi.

lunes, septiembre 27, 2010

Mejor sin tí

Sí, reconozco que es estúpido que te hable como si me escucharas, pero permíteme esta descabellada licencia aunque sea sólo por hoy, pues es probable que mañana cuando despierte a la realidad piense que esto es tan absurdo que sólo miraré el horizonte y guardaré silencio.

Estoy bien. De hecho, estoy mejor sin tí. Lo comento solamente porque sé que deseabas saberlo aunque supongo que no es la respuesta que esperabas. Puedo agregar que ahora cuando hay luna llena puedo mirarla y saber que es sólo mía, sin necesidad de compartirla con alguno de tus recuerdos.

Junto contigo se esfumó la angustia, pues ya no debo estar imaginando qué es lo que pasa por tu mente y cuántas cosas son las que realmente me ocultas. No debo concentrarme en sacar conclusiones ni en tratar de leer entre líneas cada vez que hablas. No creerías cuánto pesar me ahorra todo esto!

Ahora mi primera opción soy yo. No debo reasignar mis horarios dependiendo de tu agenda, y no necesito oír tu voz a las 9am para sentir que tendré un buen día. No necesito verte para estar bien y no preciso de tus abrazos para sonreír. Tampoco requiero un beso tuyo para sentirme feliz.

Pero es cierto, en días como hoy te recuerdo. Tu imagen se cruza entre mis pensamientos y trato de sacudirme fuerte para espantar tu fantasma que me atormenta. Así es: te convertiste en un tormento. Y en instantes como éste vuelvo a recordar lo mucho que valgo, tu limitado cariño, el excesivo tiempo que gasté contigo y lo poco que vales.

lunes, agosto 16, 2010

El Otro

Sus manos acariciaban lentamente mis hombros al tiempo que su nariz afilada recorría el contorno de mi cuello. Era tan fácil dejarse llevar, consentir que sus labios rozaran los míos, cerrar los ojos y permitir que su calor me envolviera... pero no. Caí en cuenta del fatal error cuando recordé las manos de Otro deslizándose -tiempo ha- sobre mi piel. No sólo fui violentada por el recuerdo, sino que además le añoré: deseé que éste fuese aquél Otro.

¡Ah, los recuerdos! Aparecen en nuestra mente evocados por algún detalle, un color, un sonido o un leve aroma; transportan el pasado al presente con un dejo de melancolía que se instala en el alma, a veces por breves instantes, otrora por largo tiempo. Así fue que en un acto tan sencillo como planchar su camisa de pronto el olfato me jugó una mala pasada trasladándome a una ciudad lejana ubicada en años remotos y bañada por un mar de plata. En ese instante tuve la certeza de mi gran equívoco, de mi terrible fallo: yo no debía estar ahí. Pero soy demasiado cobarde para admitirlo, por eso simplemente seguí planchando. Y tristemente sonreí.

domingo, junio 22, 2008

Viva

En ese momento mantenía la mirada fija en sus profundos ojos azules, que por tanto tiempo me deslumbraron. Él, detrás sus anteojos apenas podía verme el rostro, pues los cristales no hacían más que aumentar la expresión de profunda tristeza que mis facciones reflejaban, y a su vez, hacían más evidente una verdad que él no estaba preparado para asimilar.

- ¿Realmente piensas que puedo creerte?
Intenté ser dulce, quizá en consideración a todos esos años que compartimos uno al lado del otro, o bien porque todavía una parte de mí aún luchaba por asirse a la última gota de ilusión, ilusión en la que había creído por tanto tiempo.

Sin embargo, esa noche todo había cambiado. Sentí como si hubiese estado cubierta por una gruesa capa de amor que yo alimentaba con todas mis fuerzas, pero éstas se habían agotado; y fue así como el amor, la fe, la ilusión y los sueños se desprendieron de mí como una cáscara marchita. No había palabras, ni gestos, ni acto alguno que pudiera revertir aquello; simplemente todo había terminado.

Esa fue la útlima vez que vi sus ojos azules, su cabello rubio y lustroso que tanto me gustaba acariciar. Lo besé en la frente, me arrebujé dentro del abrigo y cerré la puerta tras de mí: la noche estaba fría; inspiré hasta llenar de aire mis pulmones y supe que, después de todo, yo estaba viva.

martes, mayo 27, 2008

Guerra perdida

Hay días como hoy en que me gustaría gritarle mi odio a la gente
y romperles los tímpanos con mis clamores lacrimosos
pero sigo en silencio.
Y prefiero callar, y ya ni siquiera llorar.
Sino que el silencio... y vaciar mi mente en una lectura entretenida
y así olvidarme del conflicto.
Porque en mi interior la batalla no tiene tregua,
por más que yo no quiera presenciarla.
Y no hay banderas blancas, ni tampoco tratados de paz.
A veces el corazón gana terreno, pero al día siguiente
mi mente ha conquistado un nuevo sitio.
De esta forma la pugna sigue, a veces lenta, silenciosa,
envuelta en sombras... pero ahí están los cadáveres:
resultado de una guerra silenciosa, estúpida y perdida.
Porque lo triste del asunto es que ya sé cuál es el resultado, y sin embargo no lo quiero...
Tal vez, un día en que me encuentre aplastada por la realidad,
cuando aparezca frente a mí y ya no haya forma de negar que he perdido la batalla
Tal vez, sólo tal vez me rinda y pueda volver a casa.

miércoles, mayo 21, 2008

Vete. Quédate.

No me sigas porque tus pasos se perderán en la arena del tiempo
y tus huellas serán borradas por el viento de los recuerdos.
No llames porque son más ruidosas las bocinas de la ciudad
y aunque quisiera no soy capaz de escuchar tu voz.

Sin embargo quédate. No sé por qué, pero te necesito.
Quizá como consuelo. Por evadir la soledad.
O para apartar los fantasmas que nublan mi alma.

Es mejor que me olvides y borres mis señas, que te alejes,
que cambies el rumbo y emprendas tu vida.
Sin embargo... ¿me perdonarás si te pido que no me dejes?
Si permaneces conmigo no te prometo nada,
pero si sé que te marchas arriesgaría mi mundo para impedirlo.
¿Quién podría ayudarme a saber lo que contigo me ata?
Por mi bien te quiero cerca. Por tu bien te deseo lejos.
Apostemos y veamos quién gana:
mi egoísmo o mi cariño.

martes, mayo 20, 2008

Llueve

No supe cómo evitarlo:
de pronto sobre mí cayó, como una sombra, la tristeza.
Quizá por las nubes, o por el color gris de este día.
O quién sabe si la culpable fue la lluvia...
Me parece tonto entablar esta lucha entre querer y negarme
entre lógica y sentimientos
entre llorar o aguantarme...

Y afuera las gotas mojan al que camina;
alegran a los enamorados que pasean,
logran inspirar al dormido poeta
y afligen al corazón que está roto.

Yo elijo cantar.
Cantar para no ver. Y leer para no pensar.
Caminar para no caer...
pues aún sin rodar lágrimas por mis mejillas
por dentro no cesa de llover.

miércoles, marzo 19, 2008

No quiero

Porque no se me antojoa,
Porque no tengo ganas.
Simplemente NO QUIERO.

También a veces uno se cansa de llevar la máscara y fingir que todo va bien. De mostrarte fuerte cuando sólo quieres lanzarte en los brazos de alguien y llorar hasta patalear sin tener un motivo concreto.

Pero al final no pataleo, tampoco lloro, no hay un alguien a quien abrazar y prefiero usar la máscara.
Total... uno se termina acostumbrando.

Solamente que hoy no tengo ganas. Suerte para mí que mañana será otro día, así que dejaré el antifaz junto al velador para usarlo en cuanto despierte.
Buenas noches.

sábado, febrero 23, 2008

Sólo un poquito

El piano de fondo más que inspirarme logra confundirme
e insiste sensualmente en que me pregunte
qué tan distintas pudieron haber sido las cosas
si de verdad me hubieses querido.
Pero no tengo ganas ya de saberlo
así que guarda silencio y déjame soñar unos minutos
que te canto un último "please love me".

Quizá hoy estoy un poquito triste
pero sólo un poquito.

viernes, febrero 22, 2008

Hojas marchitas

Hace unos días el aire tiene tu aroma
y el viento canta tu nombre
suavemente camuflándolo en la brisa,
mientras lejos, muy lejos de mí,
tus pies pisan el asfalto de las que fueron
hace ya mucho, nuestras calles favoritas.

Y aún cuando lo dudes
puedo recordar aquellos días
donde tus dulces brazos lo eran todo
y mi mundo se llenaba con tu sonrisa,
cuando tocaba el cielo con las manos
creyéndome una soberana de tu vida
sin corona, sin cetro y sin trono
pues tus ojos eran mi reino
tu boca mi palacio
y tu alma mi tesoro.

Pero todo se aleja y todo termina:
tal como los vientos en otoño se llevan
lejos de nosotros las hojas marchitas
así la realidad nos roba los sueños
que luego mutila la vida misma,
Y sin despertarme siquiera
te perdí entre mis versos
al entonar mis canciones de niña
No supe tenerte, no supe cuidarte
y reconozco mi culpa además de mi cobardía
aunque ya no sirven de nada los poemas
ni las cartas, ni las lágrimas, ni las confesiones tardías
pues estoy convencida que ahora al mirar atrás
dudas de que te quise.
Sí, yo te quería.

domingo, febrero 17, 2008

Cantaba cumbias

Quizá fuera por los años que cada vez pesaban más sobre su cuerpo. Lo cierto era que cada vez se esforzaba menos por sonreír al salir a cantar.

Sus discursos eran robóticos, sus palabras sin emoción y su voz plana, como si con ella timbrara torres de papeles día a día en una inexistente oficina. Su cuerpo flaco ni siquiera llamaba la atención entre la gente, y sin la ayuda del micrófono seguramente era imposible que se hiciera oír.

Una vez más debía salir y fingir que la cara del público le importaba, aunque en realidad hacía mucho tiempo que había dejado de ser trascendental si la gente le escuchaba o miraba hacia otro lado mientras mascaba un chicle sin sabor. Era simplemente su trabajo.

El escenario se movía y de pronto una brusca frenada le hizo perder el ritmo y olvidar la letra; tras tararear unas sílabas más dio por terminada la cumbia. El chofer había arruinado su show y su recolección de monedas. Y se bajó del transantiago.

Tazón rojo

Es increíble cómo a veces la mente hace conexiones de la nada.
A veces sucede que en actos tan simples y triviales, como lavar loza, uno se desprende de la realidad inmediata y eleva los pies para trasladarse a un pasado lejano. O a veces no tan lejano.

En interminables cámaras y pasadizos, como en una especie de mazmorra medieval, nuestra memoria va almacenando millones de recuerdos con algunas etiquetas que de vez en cuando hacen que podamos evocarlos.

Y de pronto me sentí más joven, mi cabello era más claro, yo estaba usando otra ropa y sonreía. Era feliz. O al menos así me sentía. Y las tareas tediosas y que odio realizar se me antojaban una muestra de amor que, pensaba yo, era vista por él.

Olía a mar, a playa, a humedad y arena. Y si estiraba el cuello era capaz de ver cómo reventaban las olas, no demasiado lejos de la ventana. Pero mi atención en ese instante estaba con el tazón que estaba entre mis manos. Me acordé de las pequeñas peleas que siempre se generaban por las tareas domésticas que sólo yo realizaba, y alguna que otra conversación nocturna en donde nos sentábamos frente al sofá con un tazón de sopa a ver televisión, hasta que, exhausto, Jaime se dormía a mi lado, y cuando terminaba la programación lo despertaba suavemente y lo guiaba para acostarse.

Compré tres tazones: el rojo para Jaime, el verde para él y el azul para mí. Siempre estaban sucios el rojo y el azul. El verde permanecía suspirando dentro del mueble esperando por ser usado. Y él no venía. Siempre estábamos Jaime y yo, de noche con nuestros tazones, pues él no volvía.

Las olas pasaban y terminaron alejándose. Jaime y yo nos separamos, y sobre él no supe más, desapareció como un cadáver en la arena. Terminaron por quebrarse los tazones verde y azul, uno por el desuso y el otro por el abuso. Y es increíble como ahora, después de tanto tiempo, recuerdo todo esto al tener nuevamente entre mis manos y bañado con la espuma del detergente al único sobreviviente de esos felices días: el tazón rojo, que ahora yo uso.

jueves, febrero 07, 2008

Apariencias

Luego de mirar al techo un par de minutos, Gabriel se deshizo suavemente del brazo que le aprisionaba para no despertarla. Se levantó de la cama y miró su reloj: faltaban 30 minutos para que comenzara la misa.

Se metió en la ducha, y mientras su cuerpo recibía las gotas tibias cerró los ojos para recordar las horas previas cargadas de caricias, de besos y pasión. La forma en que su cuerpo se acoplaba perfectamente al de esa mujer, y cómo sus manos recorrían cada curva de su anatomía; los gemidos de placer, su olor, su piel, el sudor... Volvió a abrir los ojos al recordar que estaba contra el tiempo, cerró la llave y tomó la tohalla para secarse.

Ella seguía durmiendo, tendida sobre la cama sin notar su ausencia, así que se apresuró en tomar su ropa y vestirse, pues era preferible evitar el adiós. No había tiempo de mirarse en el espejo pues el reloj apremiaba, y luego de recoger sus pocas pertenencias se puso los anteojos oscuros y salió en silencio de la habitación.

Subió al auto y se internó en la autopista para poder llegar más rápido, esquivando uno que otro vehículo mientras su cerebro esquivaba escenas recientes de sí mismo en los brazos de la desconocida. Y tal como en otras oportunidades, detuvo el auto unas cuadras antes de llegar: se miró en el espejo, se quitó los anteojos oscuros y abrió la guantera para encontrar y luego acomodarse el cuello clerical.

miércoles, febrero 06, 2008

No vuelvas

Toma el peso de tu cuerpo y tiéndete en la arena,
relájate y quédate lejos.
Huye con tu hilo de luz y tus palabras doradas
y escóndete tras el sol de Febrero.
Bebe la brisa y vuela con las gaviotas
danzando sobre un mar apartado.
Oculta tu mirada tras las olas,
hasta que esto se extinga.

No vuelvas ahora, y por favor no lo hagas nunca,
pues tengo miedo de abrir los ojos y saber que no ha pasado el tiempo,
de volver a humedecer mi cara con lágrimas amargas
perdidas finalmente entre el tejido de una almohada.
Oculta tu voz tras las olas,
hasta que esto se extinga.

Es mejor que permanezcas callado
mientras lucho asesinando tu recuerdo,
mientras realizo un funeral con tus sonrisas
y entierro para siempre el color de tus besos.
Oculta tu olor tras las olas,
hasta que esto se extinga.

No vuelvas ahora, por favor quédate lejos
aún cuando lo que más quiero es verte;
pues quizá la distancia me ayude a borrarte
mientras llevo en las manos mis sueños disecados.
Puede que tu silencio sea el siempre no que necesito
el que no te atreviste a gritarme y debí haber escuchado
para matar de una vez mis esperanzas
y degollar mis últimos anhelos.
Oculta tu luz lejos de mí,
hasta que esto se extinga...
por completo.

martes, enero 29, 2008

Voces

Me pongo pausa y las oigo.
A mis espaldas, murmurando en los pasillos
saliendo de los audífonos,
gritando desde un teclado lejano
o disfrazadas de amigos.

Voces... y más voces
se van convirtiendo en ruido y yo sólo quiero silencio.
Quiero dormir sin pensar en nada.
Escuchar un vacío en mi desvelo,
respirar la quietud de un mundo muerto,
apoyar la cabeza en una almohada blanda
para no soñar esperanzas,
sin esperar amaneceres
para no ilusionarme con lunas llenas
dormir e impregnarme de calma.

Pero ahí están.
Me gritan auxilio. Me despiertan.
Me remecen. Me sacan de mi cama.
Y debo escucharlas y darles consuelo
y debo llorar con ellas sus penas amargas.
No escuchan mi grito silente
están absortas en su mundo
nadie entiende...
nadie oye...
nadie calla.

miércoles, enero 23, 2008

Maldita sentencia

Camino. Ella me mira.
Está oscuro. Ella de lejos me mira.
Sigo moviendo mis pies uno delante del otro, andando, sin querer levantar la vista porque sé que está ahí. Ella me sigue, pero sin hacerlo.
Desisto. La miro.
Aún cuando sólo nos encontramos un par de días en el mes la espero. La espero con ansias y la odio a la vez.
Ella no se burla, ni tampoco me consuela.
Sabe que me trae recuerdos.

No hace más que acompañarme mientras camino, mientras me tiendo en la cama y enfoco a través de la ventana. Luego me mira mientras duermo.
Y sabe que cuando la miro el paladar se vuelve playa, la planta de los pies siente otra vez la arena fría y bebo un litro de recuerdos.
Miradas, risas, lágrimas, abrazos, suspiros.
No se burla de mi melancolía, ni tampoco me consuela de mis momentos perdidos.

También tú lo sabes.
En esa oportunidad, sentados en la orilla de la playa, te dije:
"hay luna llena... cada vez que la veas te acordarás de este día".
Qué mala idea, qué maldita sentencia!!
Ahora soy yo quien cada vez que hay luna llena te recuerda.

viernes, enero 18, 2008

Traté

Lloré.
Y entre la rabia buscaba un consuelo
y mi mente sólo pudo susurrar tu nombre
que llegaba entre mis recuerdos
para trastorname las entrañas
envenándome el cuerpo.

Y te llamé con mis lágrimas
pensándote en silencio
hablé con tu ausencia
mientras lloraba en tu pecho.
E imaginé que estabas conmigo
que me rodeabas con tus brazos
y que escuchabas mis rezos
callado, atento, como siempre.
Como antes.

Vacilé tanto tiempo antes de hallar la fuerza para buscarte
para gritarte que no había otra persona a quien quisiera hablarle
pero mis palabras se perdieron en el tiempo, en las ganas
pues no estabas, y aunque quise no pude encontrarte.

jueves, enero 10, 2008

Nervios

Pareciera que el dolor me dobla en dos;
por un lado me arde la cabeza
y se detiene el corazón.
Mis manos suspendidas en el aire no son capaces de aquietarse
y sólo tiemblan.
Y también me tiembla el alma
sólo por saber que voy a verte
y por última vez respirarte.
Oiré las notas de tu voz pausada
que acarician mi alegría y me endulzan la mente.
Y tomaré tus manos tibias con fuerza entre las mías,
¡sabiendo que no querré soltarlas! pero segura de no poder retenerte.
Volveré a temblar mientras se me ahoga el habla
perdida en la garganta, bañada de lágrimas silentes.
Y sé que pierdo todo, aunque ahora no tengo más que mis ganas;
se alejan tus besos de mi boca...
Ya no tiemblo, ya no sufro,
pues un muerto no puede sentir nada.

lunes, diciembre 10, 2007

Derrota

Quisiera confiar
creer que por fin encontré lo que buscaba
que no debo mirar atrás
ni revolver las cenizas para encontrar una antigua llama.

Quisiera reír
y por fin parar de llorar
no sentir el corazón seco
latiendo sin ritmo por no poder amar.

Quisiera hacer tantas cosas
(y ser otras muchas)
y sólo siento que no sé dónde me llevan mis pasos,
que lucho a ciegas una batalla sin gloria
con un triunfo absurdo, vano;
que caigo otra vez de rodillas, sin fuerza
y aunque levante la vista el cielo insiste
en esconder tras las nubes
un sol que al parecer no existe.

miércoles, diciembre 05, 2007

Miedo

Cuando cierro los ojos
y escucho mis pensamientos siento miedo.
El corazón se niega a quitar la llave
a destrabar el cerrojo
y volver a creer
volver a volar...
y sin embargo late...
late tan fuerte que me mueve el pecho
me descoloca el alma y me afecta el cerebro.
Y siento miedo...
de despertar y saber que sueño
de estirar mis manos y tocar la nada
de besar el aire...
y darme cuenta que fue sólo una mala pasada
de mi imaginación, de mis ojos ilusionados
una falsa esperanza.
Pero late...
y me conmueve y me energiza
quizá quiero confiar...
quizá... sea capaz.

miércoles, noviembre 28, 2007

Perdí

Las nubes se cierran
-a pesar que el sol me quema-
negras, sobre mi cabeza.

Navego en un eterno pozo
-mientras vuelo sobre las nubes-
donde sigo cayendo, y me destrozo.

El calor del día me inunda el alma
-mientras el hielo carcome mis entrañas-
y me derrito, lentamente en el fondo de la nada.

El mar baña mis pies por la orilla de la playa
-y el desierto me seca inexorablemente el corazón-
mientras la sal diluye mi sangre y mi piel dentro del agua.

La luz se fue de mis ojos,
me pierdo en el tiempo,
me inunda el vacío,
mis manos se aferran
a una esperanza vana.

lunes, noviembre 26, 2007

La última carta

Hola:

Quise escribirte esta última carta.
Lees bien, será la última, luego no habrá más nada.

¿Sabes nenita? Te quise mucho. Creo que no sabes cuánto, ni tampoco llegarás a saberlo. Lástima que me hayas mentido. Suerte que lo descubrí.

Pasamos lindos momentos. ¿Recuerdas las últimas vacaciones? Qué placer! Nos divertimos muchísimo, aunque ahora dudo si es conveniente hablar en plural. Me divertí muchísimo.

Y tu último cumpleaños. No puedes negar que casi llorabas de la emoción cuando te regalé el precioso anillo que tanto te gustaba. ¿O también en esa ocasión fingiste? Ya no importa.

Pero las cosas siempre tienen un final. Sobretodo las cosas buenas. Y este es el punto final del derrumbe.

Me gustaría decirte que tomaras asiento, pero sé que no puedes hacerlo. No creas que es venganza, al contrario, he sido demasiado cariñoso después de cómo tú me has tratado.

Me llevé mi cama, pues es mía. Los muebles que compramos juntos los vendí. Espero que los nuevos dueños tengan mejor suerte que yo. Y tu ropa... bueno, me estaba ocupando espacio, y como hay tanta gente que necesita vestirse quise hacerles un pequeño regalo, donando tus prendas a una institución benéfica. Dejé tus jeans, tus zapatillas y la polera con la que llegaste. Eso era tuyo, y no puedo discutirlo.

Me voy cariño, me voy lejos. Y como me pareció que no tienes como mantenerte sola preferí entregar este departamento. Tienes 5 días para desocuparlo.

Te deseo mucha suerte.

Hasta nunca,
Camilo.

Pd: Pensé en dejarte el anillo, pero luego recordé que con eso pagaría mi tour a Europa. Te enviaré fotos.

miércoles, noviembre 21, 2007

Pozo

Como si de un cementerio
de recuerdos se tratase
si no leo las lápidas no sufriré
pues lo qué ocultan las tumbas
en su interior no sabré...
Dejaré atrás tu nombre, tu olor y tu risa...
en el oscuro silencio encerrados,
más allá de mis sentidos enterrados,
donde mi memoria no pueda encontrarlos
y cuando halle el final de este pozo
donde estoy cayendo sin remedio
sin esperanzas, sin sentido
podré por fin verte
y me reuniré contigo.

miércoles, noviembre 14, 2007

Desaparezco

Desaparezco
de tus recuerdos y de tus sueños
ves como me alejo pero no me detienes
tu boca no grita lo que hay en tu pecho
tus manos no aferran mi luz,
preferiste oír mi silencio...

Camino
pero mis pasos van dormidos
sin ritmo, sin rumbo.
Tropiezo
me levanto y miro al cielo
maldigo las estrellas porque tienen tu rostro
y la luna tu sonrisa
y la noche tus ojos.

Y me pierdo
tan lejos que no puedes distinguirme
tus ojos no me alcanzan
tu dolor no me toca
tus latidos no me abrazan.
Y sé que ya no veré nada
aunque para mirar hacia atrás voltee
no hay camino, ni luz, ni lágrimas...
Ahora tú
desapareces.

martes, octubre 30, 2007

Desintoxicarme

Necesito sanarme, respirar hondo y no sentir
que me clava en el fondo el puñal de tu distancia,
como si ya no me importara tu ausencia
y que mi oído no extraña saborear tus palabras.

Desintoxicarme,
y quitarme de la piel el veneno de tus besos
que estuvieron, y ya no están
será mejor olvidarlos, pues desaparecieron
y no volverán
a menos que en mi desesperación te bese en sueños.

Y cuando mi alma esté limpia
y mis labios otra vez sonrían
cuando haya dejado atrás el rastro de tu cuerpo
la forma de tu olor y el sabor de tu pelo,
podré enfrentarte y mirarte sin temblar,
pues en ese instante sólo serás un recuerdo.

jueves, octubre 25, 2007

Reirás

Fingirás
que no te importa nada,
o quizá muy poco
que me aleje y me vaya.
Que vivirás igual
aunque no esté mi mirada.

Mentirás
cuando pregunten "qué tal",
y no serás capaz
de aceptar lo que pasa,
de reconocer tu error,
de decir que me extrañas.

Reirás
tratando de disimular
la pena, la rabia,
la soledad.
Cuando me recuerdes
profundamente vas a respirar
y reirás,
sólo evitando las ganas de llorar.

jueves, octubre 18, 2007

Mucho Café

Lo huelo. Inconfundible.
Y miro. El vapor danza
sobre la negra y recargada superficie de la taza.
La apoyo en los labios y bebo.
Y repito esto muchas veces hoy.
Y lo hice también ayer, y antes de ayer.
Quiero creer que el corazón late más rápido
sólo por el exceso de café.
Quiero pensar que la jaqueca
se debe al mismo motivo también...
y la angustia...
y la pena...
y el cansancio...
y el insomnio...
y las muchas vueltas en la cama
mirando por la ventana
y luego al techo,
después a la almohada.
Será todo por el café?
Quiero creerlo. Necesito creerlo.
Por ahora, para sobrevivir el día a día
me pongo de pie y voy a por otra taza.

martes, octubre 09, 2007

Silencio

Lo quiero, lo necesito. Desesperadamente... Al silencio, claro.

Me gustaría que se quedara en blanco mi mente, que se suspendiera unas horas, o quizá unos días, este ruido infernal. Los murmullos, y las caras, y las voces y los gritos y las miradas... Que toda la gente se calle de una vez. Ni siquiera deseo escuchar mi conciencia, incluso ella me resulta molesta.

Quisiera sumergirme en un mar de música que hable de cualquier cosa que no haga referencia a mi vida, que me impida verme... que me permita sentir otras verdades, aunque sean falsas yo las creeré y escaparé de mí misma... y me perderé... y navegaré sin tiempo, sin dolor, sin sentir nada... sólo la música.

Pero de nada sirve lo que quiero. Sólo más ruido, más gente y una lista de tareas por realizar... una lista que ni siquiera me importa realmente. Taparé mis oídos y volveré a ser el robot que finge a diario... que nada le afecta, que todo le importa, que nada siente... que sólo es metal.

jueves, octubre 04, 2007

No creas

No creas ciegamente en las palabras
ni siquiera en las mías
pues no debes olvidar
que son cosas distintas
ser sincero y ser veraz.

Al menos de mi boca verás bailar
letras venidas del corazón
pero no creas
ingenuamente, que son eternas
sincera no es sinónimo de verdadera.

Las palabras a veces engañan,
la lengua se equivoca
pero las miradas...
ah! con eso no se falla
cuando los ojos brillan no hace falta escuchar nada.

viernes, septiembre 28, 2007

Las lágrimas

No es importante hallar culpables.
No ahora que todo está perdido.
No podemos creer (y fantasear)
pensando que podemos levantar
lo que ya está destruído.
No podemos siquiera tener esperanzas...
no ahora que todo está perdido.

Si me dices que me amas
no puedo creerte,
y si pido perdón no gano nada,
sólo hace que sangre más la herida
y que la pena sea más amarga...

Para tí, amor mío
ya no tengo más palabras,
sólo puedo caminar, alejándome
mientras con el puño me seco las lágrimas.

miércoles, septiembre 19, 2007

Entendí, Neruda

Cuando llegué estaba oscuro
y brillaban algunas estrellas a lo lejos.
Sentí frío al respirar
y el aire se colaba suave en mis pulmones viejos.

Pero cuando amaneció caminé.
Salí y sentí el sol,
sobre mis pies el polvo
y en mi piel el calor.
Mis pasos me llevaron a tu casa.
Visité los jardines,
miré las murallas.
Me fijé en la chimenea,
también en las máscaras.

Pero sólo entendí
cuando me acerqué a la campana,
miré del mar la espuma
que de forma altanera en las rocas se estrellaba.

Toqué las nubes con un suspiro.
Abracé el mar con la mirada.
Me dormí bajo el sol radiante.
Arena, agua y sal respiraba.

Y mientras me alejaba con una sonrisa
entendí por qué elegiste aquella morada...
Las nubes en el cielo seguían el compás
de la danza que el viento hacía sobre el agua.

miércoles, septiembre 12, 2007

Besos sobre algodón-poliéster

Anoche
mientras la frágil luz se colaba en mi ventana
soñaba con tu calor.
Suspiraba
y con los ojos abiertos podía ver tu figura
invisible junto a mi cuerpo.

Y acariciaba la cama
(pensando que estabas).
Y me sonreía
(escuchando cómo respirabas).
Y estreché la amohada
(pensando que a ti te abrazaba).
Y me quedé dormida
(con los labios pegados a las sábanas).

lunes, septiembre 10, 2007

Sueño

El sol brillaba y alumbraba tu voz
cantaban tus ojos
y reían tus labios.
Y supe que estabas,
y supe que eras,
y supe que había encontrado
por fin, lo que buscaba.

Tus palabras danzaban
al compás de mis latidos
y mi mente viajaba
y te imaginaba
y podía verte
y podía tenerte
para siempre conmigo.

Y abrí los ojos
y entendí que estaba soñando,
que me había dormido
y que no estabas a mi lado.

domingo, septiembre 02, 2007

Fantasma

Mis pies caminan
sobre una lágrima.
Mis dedos dibujan tu imagen
sobre un frío cristal.
Mis ojos ven la silueta
de tu olor que se aleja.

Quizá no había remedio,
quizá tampoco lo quiero,
tampoco me arrepiento.
Y sin embargo...
sin embargo te alejas,
te lloro en la distancia
mientras tus pasos ya no resuenan.

Dudo que vuelvas,
dudo que me quieras.
Supongo que es el fin
mientras siento el alma desgarrada
por el fantasma de tus besos.
Y sin embargo...
sin embargo yo también me alejo.

martes, agosto 14, 2007

Recuérdame

Recuérdame
cerrando los ojos cuando hay demasiado sol,
sonriendo ante cada una de tus ocurrencias,
torciendo los labios ante tus tonteras,
abriendo mis brazos para darte calor.

Recuérdame
cuando vayas a Viña
cuando veas el mar de noche
y no escuches mi risa.
Cuando de noche mires el cielo
y allí en lo alto encuentres la luna
y nadie susurre "te quiero".

Recuérdame
porque esas caricias ingenuas,
y las miradas coquetas
quedarán atrás...
cuando
cierre
la puerta.

lunes, agosto 13, 2007

Good bye sweet heart!

No puedo creer lo que te escucho decir. Tampoco entiendo cómo te da la cara para recriminarme! Eres un... un... un cara dura, por decir lo menos.

¿Y qué esperabas? ¿Que me quedara sentada en el banco esperando por tí toda la vida? Sí cariño, leí Blancanieves y vi la Cenicienta, pero hace rato comprendí que no son más que cuentos.

Ok, ok, puedes parar con tus gritos, pues ya no los aguanto más. Muy bien, yo quería explicarte pero... si lo prefieres me voy ahora.

Es una lástima que sólo las amenazas funcionen contigo. Ni te molestes, fumaré de pie. No gracias, traje fuego conmigo. Si tan sólo te hubieses ocupado antes... Pero ya es tarde.

Sí, te quise. Ya lo sabes y no tiene sentido negarlo, pero mi paciencia también tiene límites. Mientras tus palabras dulces resonaban en mis oídos tus manos acariciaban otro cuerpo. No hay mal que dure 100 años ni tonto que aguante. Por supuesto que te entiendo, sí lindo, sé que no querías hacer daño a nadie; pero lo hiciste. Entiendo completamente la situación ¡¡ssshhhtttt..!! por favor, deja que ahora yo hable, tú has hablado demasiado, por mucho tiempo. Comodidad. Obvio, ¿para qué ibas a molestarte en cambiar, si ya tenías lo que querías? El calor de una cama, y lo que faltaba en cariño yo te lo entregaba.... ah! qué tonta! Y pensé que me querías! No, por favor, no me salgas con eso ahora... eso no es querer de verdad. Uno quiere y se ocupa de ese alguien, no se aprovecha... Aunque no quieras reconocerlo, sacaste provecho, no me interesa si lo aceptas o lo niegas, ahora ya lo sé...

Mira sweet heart, ya me cansé. Le escuché a alguien que las Penélope pasaron de moda, y yo no me quedaré en la estación esperando a que te decidas, porque yo tomé MI decisión.

Mírame bien... será la última vez que lo hagas.

martes, julio 31, 2007

Cobarde

Perdóname, otra vez fui cobarde.
Mis fuerzas se esfumaron,
las ganas permanecieron,
las piernas me temblaron
y las palabras se me ahogaron
como si estuvieran atadas a un ancla,
y se quedaron mudas y quietas
sin poder salir de mi garganta.

Lo siento, nuevamente fui cobarde.
Pero dime, ¿quién no teme al rechazo?
Si los ojos brillan
y te vuelven la cara
¿lo soportarías tú, acaso?
Intento explicarme y no sé si entiendas,
no es fácil, y tú pareces no notarlo
pero decir las cosas, cuesta...

Quise evitarlo, y fui cobarde.
Pero ¿cómo no entiendes que si te miro desfallezco,
si te tengo cerca tiemblo?
Y si sonrio es porque el alma se desborda
y si mi boca te besa...
pero sólo en mis pensamientos.
No me atrevo... no puedo...
Sólo... lo siento.

viernes, julio 20, 2007

De violeta a negro

A través de la ventana mi mirada se pierde,
mis ojos saltan de una cumbre a otra
pero mis pensamientos se concentran en la música
y en tu imagen que puedo dibujar de memoria sobre el cristal.

El violeta del horizonte me recuerda tu risa,
la cordillera tu mirada
el frío me hace extrañar tus abrazos
y lo húmedo de tus labios.

Pero suena el teléfono
despierto de mi sueño y nuevamente sé que no estás,
que te has ido,
que aunque te espere toda la vida no volverás.

Tomo mis cosas, apago el Pc, miro una vez más el horizonte
y el cielo ha pasado de violeta a teñirse de negro.

jueves, julio 19, 2007

Mis ojos

Apareces.
Te temo, y cierro mis ojos.

Los párpados pesan y las pestañas se entrelazan,
lucho para ver el sol en el horizonte
y mantener la frente en alto,
pero te paras delante de mí,
y siento que la luz me molesta,
y la piel me quema,
pero no me quedan fuerzas.
No puedo correr, no puedo gritar, no puedo llorar...
por eso cierro mis ojos.

domingo, agosto 20, 2006

Te quiero...?

(Esto no sé qué es... supongo que sólo una de esas ideas locas...)

Te quiero, pero quiero que también tu me quieras.
Pero cuando me quieres, quiero que me quieras de otra forma.
Y como me quieres a tu manera y no a la mia
empiezo a dudar de si realmente te quiero,
y finalmente dejo de quererte.

viernes, agosto 04, 2006

"ChocoLate"

Mentiría si dijera que recuerdo cuándo comenzó mi afición por los chocolates, esa exquisita sustancia que generalmente viene fraccionada en cuadros y envuelta en los típicos papeles brillantes que conservan ese rico aroma incluso aunque lleven mucho tiempo guardado. Algunos beben, otros se drogan, otros se suicidan, y yo opté por los chocolates.

Ya son las tres de la mañana y aún sigo mirando por la ventana cómo cae la lluvia sobre el suelo, las gotas rebotan y salpican los charcos formando interminables ondas sobre la cristalina superficie. Vienen imágenes a mi memoria, cada una como esa eterna gota de la tortura china, que poco a poco me va matando. Primero aparece Ignacio, con esa sonrisa cautivadora que me atrapó en un principio, y luego se superpone su verdadera cara, con esa risa burlesca que le vi la última vez. Pero dicen que el que ríe último ríe mejor.

Sus palabras dulces, sus movimientos suaves, su sonrisa amable me conquistaron de inmediato. Era simplemente todo lo que yo había deseado siempre. Venía saliendo de los últimos rounds con el abogado para tramitar mi divorcio y estaba totalmente desmoralizada, pero Ignacio apareció para salvarme. Me decía todas aquellas cosas que yo quería escuchar, me inventaba todas las historias que yo era capaz de imaginar y me sentía feliz a su lado. Obviamente el hecho de que él también estaba separado de su ex –mujer hacía que me sintiera comprendida. No me importaba que fuese menor que yo, apenas son 6 años de diferencia y yo no me sentí como profanadora de cunas ni mucho menos. Tardé poco en darme cuenta que nunca tenía dinero, pero mi profesión me pagaba como para mantenerlo a él, a sus dos hijos e incluso a su ex, si lo hubiese querido.

A poco andar comenzamos a vivir juntos, pero su trabajo de visitador regional lo hacía viajar mucho, y a veces incluso pasaba más de una semana sin que estuviera conmigo. Siempre estaba exhausto así que procuraba no llamarlo en la noche para que pudiera descansar tranquilo a pesar que le había comprado un celular justamente para poder sentirlo más cerca. Y cuando volvía siempre le esperaba con alguna sorpresa o un regalo, una nueva camisa o sweater para que luego se luciera frente a sus pares. Pero de pronto todo comenzó a cambiar. Ya no se alegraba por ver su platillo favorito servido en la mesa, sino que lo exigía, junto con un buen vino para poder acompañar mi poca habilidad culinaria. Se dormía inmediatamente dándome la espalda, sin dejar siquiera que me durmiera abrazándolo. Sus viajes eran cada vez más prolongados y sus hijos cada vez se enfermaban más gravemente. Pagué médicos, juguetes, cuentas de agua y luz, colegio y jardín infantil, sólo para que él pudiera estar tranquilo, pero aún así Ignacio no volvía a ser la persona que conocí.

Mientras mascaba frenéticamente un trozo de chocolate amargo que él no quiso probar se me ocurrió revisar sus bolsillos mientras se duchaba. Nunca lo había hecho, pero valía la pena salir de la duda. Fotos de sus hijos, tarjetas de presentación, papeles de dulces baratos y boletas. Y una cuenta de agua: "Pasaje Balmaceda 0209. Comuna: Rancagua". Apunté rápidamente los datos en mi agenda y dejé todo tal cual para cuando saliera del baño; esta vez yo estaba dormida primero.

Avisé en mi oficina que debía hacer unos trámites de mi divorcio, por lo que podía alargarse un poco mi hora de almuerzo, pero tomé el auto y me fui a Rancagua, total preguntando se llega a Roma, y con mayor razón al "Pasaje Balmaceda". Barrio humilde, casa color verde, y una mujer morena con un niño en brazos. Adopté la personalidad de una ejecutiva de pre-aprobación de créditos, con lo cual la muchacha me hizo entrar en su casa. Me contó que Ignacio Fuentes, su marido, estaba de viaje debido a temas de trabajo; "nuestra guagua lo extraña tanto cuando no está…" y luego de este comentario me sirvió un vaso de agua al ver mi cara pálida como papel. Me retiré arguyendo que si él no se encontraba debería dejar el trámite para otra oportunidad. Subí al auto y conduje 5 minutos, no podía más, las preguntas se atropellaban en mi cabeza. ¿Desde cuándo estaba con Romina? Calculando la edad del hijo eran al menos dos años. Y la engañaba conmigo. Pero el recorrido no terminaría allí. Quedaba otra casa más que visitar.
Llegué a San Bernardo, a la casa de su ex esposa. La dirección la sabía de memoria, puesto que llevaba meses pagando las cuentas de agua y luz de "la casa de sus hijos". Timbre. Aparece una anciana seguida por dos niños pegados a sus piernas. Nuevamente soy una ejecutiva y me invitan a pasar. "Nachito está de viaje ahora y la Catita está trabajando, y yo cuido a los niños. ¡Tate quieto Matías! Ay, si son igual al papá en lo desordenados aunque en pelito rubio es de la Catita, disculpe señorita,.. ¿cuándo? Yo creo que mañana o pasado él debería volver y ahí usted lo puede ubicar ".

Y yo que quería tener un hijo suyo. ¡Já! Con razón le daba lo mismo, si ya tiene tres, si es que no hay más repartidos en otras ciudades. Nunca se separó. Se metió con Romina estando con "la Catita". Y se enredó conmigo estando con las otras dos. ¡Y la última estúpida mantenía a todo su harem y a sus huachos! Lloraba con rabia mientras conducía a mi departamento, no pensaba volver a la oficina.

Se derrite el último trozo de chocolate en mi boca, mientras el reloj marca las 7:30am. Sigue lloviendo. Ni una sola lágrima más. No lo merece. Me levanto y me lavo la cara, me doy una larga ducha caliente, elijo mi mejor ropa y me maquillo. El chocolate artesanal, su favorito, está sobre la mesa, aunque no se imagina que luego de seis horas comenzará a asfixiarse, su tráquea se cerrará y el corazón se paralizará en cuestión de minutos. Muerte lenta, dolorosa y limpia, puesto que el anteph es un veneno fácil de conseguir y muy difícil de detectar en un cadáver. Gracias Santa Internet, ¡no te mueras nunca! Parece casi un chiste cruel.

Mientras reviso mi mail marco su número de celular como cada mañana a las 10:00. "…te dejé una sorpresa sobre el comedor, sabía que llegarías hoy… déjame un trozo, amorcito, ok? Nos vemos en la noche…". Pero la última frase no se cumplió. En la hora de almuerzo fui a mi departamento y en una bolsa de basura recogí el chocolate sobrante, el veneno, la jeringa y los guantes. Volví a meter el paquete en una bolsa de supermercado y la dejé en un basurero lejos de allí.

Dos días después estacioné mi auto cerca de una iglesia en San Bernardo. A pesar que No doubt entonaba "too late" con altos decibeles, casi podía oír los gritos de las personas de la capilla tratando de evitar que una rubia llorona se peleara con una morena que tenía un niño en brazos, mientras yo disfrutaba una barra de Sahne- Nuss.

martes, agosto 01, 2006

"Sin Amor" (1era parte de los archivos de mi vida)

Dicen que le peor del mundo es una relación sin amor. Pero me nace una duda: será mejor una con amor? Lo cierto es que con el amor sufres, lloras, te decaes, te sientes morir… al final yo lo paso mejor sin amor. Pero lamentablemente no dejo de pensar en él.

Debe ser que las mujeres siempre tenemos un ideal de lo que debería ser el amor. O de quién debería ser ese amor. Creo que lo difícil es tomar la decisión de quedarse con alguien por amor. Por ejemplo, la Claudia se casó enamorada, pero cuando conoció al Ramón (que era un compañero de oficina) se le olvidó todo el amor por su marido y se enamoró de Ramón. ¿Será así de fácil enamorarse y des ídem? Yo siempre he tenido dudas…. Cómo puede saber uno cuando realmente está enamorado, si después aparece otro tipo que te hace más cosquillas en el estómago que el anterior? Debería ser algo más racional y científico, algo que podamos medir realmente.

Creo que actualmente estoy en una relación sin amor. La verdad es que me siento bien, porque Sergio es un buen tipo. Me quiere y me trata bien, pero el problema es que siempre quiero más: más cariño, más romanticismo, más cursilería…. ¿más amor?

No sé si habrá alguna diferencia entre el amor y el enamoramiento. Según mi mamá, que pareciera que todo lo sabe, existe una gran diferencia entre ambos conceptos. El primero corresponde a las mariposas en el estómago. El segundo es la “preocupación constante y permanente por el bienestar y crecimiento del otro”. No sé qué decir. En esa clasificación yo parezco muy enamorada de Sergio, pero de enamoramiento nada…. Nada de nada. Es decir, él me gusta, nos reímos y compartimos muchas cosas, pero hay algo que siempre falta…. Es esa vocecita maldita que siempre aparece en la cabeza, pero que dice tantas pelotudeces que pareciera venir del mismo recto. Esa desagraciada se esfuerza por poner en duda todo lo que uno tiene y lo que siente, y eso que el cerebro lo encuentra todo tan bien…. Pero a veces uno no piensa con el cerebro….

Welcome

Hola!

Otro blog, para variar... pero el fin es distinto, puesto que acá verán cosas que he escrito, algunas llevan mucho tiempo gurdadas en el fiel disco duro de mi pc, pero va siendo hora que se rian un rato o tengan la oportunidad de criticarme (yo sé que no lo hacen a menudo puesto que casi no tengo defectos... iaaamm..)
En fin, espero que les guste y se diviertan, o lloren... o al menos les provoque alguna emoción (aunque sea poquita).

Plis, si no es mucha molestia traten de darse el tiempo para dejar sus comentarios escritos en el blog... yap?
grax!

Vita