Toma el peso de tu cuerpo y tiéndete en la arena,
relájate y quédate lejos.
Huye con tu hilo de luz y tus palabras doradas
y escóndete tras el sol de Febrero.
Bebe la brisa y vuela con las gaviotas
danzando sobre un mar apartado.
Oculta tu mirada tras las olas,
hasta que esto se extinga.
No vuelvas ahora, y por favor no lo hagas nunca,
pues tengo miedo de abrir los ojos y saber que no ha pasado el tiempo,
de volver a humedecer mi cara con lágrimas amargas
perdidas finalmente entre el tejido de una almohada.
Oculta tu voz tras las olas,
hasta que esto se extinga.
Es mejor que permanezcas callado
mientras lucho asesinando tu recuerdo,
mientras realizo un funeral con tus sonrisas
y entierro para siempre el color de tus besos.
Oculta tu olor tras las olas,
hasta que esto se extinga.
No vuelvas ahora, por favor quédate lejos
aún cuando lo que más quiero es verte;
pues quizá la distancia me ayude a borrarte
mientras llevo en las manos mis sueños disecados.
Puede que tu silencio sea el siempre no que necesito
el que no te atreviste a gritarme y debí haber escuchado
para matar de una vez mis esperanzas
y degollar mis últimos anhelos.
Oculta tu luz lejos de mí,
hasta que esto se extinga...
por completo.
miércoles, febrero 06, 2008
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2 comentarios:
Hola tienes un bonito blog, este texto en especial me llego, incluso una lagrima me robo...
Saludos... te seguire visitando...
Muy lindo, si parece que vienen del alma...Saludos! Oye instala Seguidores para seguir tus publicaciones, te invito a mi blog http://torrenteliterario.blogspot.com
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